Desde que Andrés nació estuvimos muy al pendiente de su desarrollo, pues con los antecedentes de Guillermo, había temor de que también tuvie...
Desde que Andrés nació estuvimos muy al pendiente de su desarrollo, pues con los antecedentes de Guillermo, había temor de que también tuviera autismo
Sus primeros dos meses fueron normales, poco a poco fuimos ajustando sus horarios de sueño y todo se veía muy normal
Podemos decir que logramos tener algunas noches con 6 horas seguidas de sueño, tal como pasó con nuestros hijos mayores
Los problemas comenzaron exactamente el día 9 de septiembre de 2021. Empezó a tener reacciones severas posteriores a las vacunas de los dos meses
A las 48 horas de haber recibido la vacuna hexavalente, comenzamos a ver sangre en el pañal y sarpullido en distintas partes del cuerpo
También comenzó a tener diarrea que le duró varios días y muchos medicamentos que nos mandó el doctor
Alarmados, comenzamos un largo camino de citas con su pediatra y con gastroenterólogo infantil
El examen copro confirmó sangre en heces. Evidentemente su sistema digestivo tuvo una afectación muy importante
Por mi experiencia trabajando con médicos y enfermeras siempre nuestro enfoque ha sido muy tradicional en términos de ir conforme a la cartilla de vacunación, controles del niño sano, medicamentos cuando se enferma. No somos de remedios caseros, herbolarea, medicina alternativa...
La evidencia del daño casi inmediato que ocasionaron las vacunas de los dos meses nos dejó muy impactados. En las consultas médicas decíamos que con objetividad, era muy claro el daño que le hicieron esas vacunas. De estar con una situación de salud normal para sus dos meses, ahora estaba todo brotado de su cuerpo y tenía sangre en el pañal. Pero no nos decían nada los médicos... era como si no nos escucharan
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